¿Cómo las estériles pueden tener hijos?
Por Dr. Yeshaya Gruber
La Biblia hace muchas declaraciones extrañas, a menudo intencionalmente para provocar preguntas y pensamientos. En tiempos antiguos, las personas mantenían discusiones y debates animados después de escuchar los preciosos y raros rollos que se leían en voz alta. ¿Qué pensaron después de escuchar del profeta Isaías que una mujer «estéril» o «soltera» (literalmente, «desolada») en realidad tiene muchos hijos? (Isaías 54:1) ¿Qué podría haber querido decir Isaías? ¡Qué cosa más extraña para decir! ¿Y no deberían todos tener hijos? Después de todo, Dios dijo: (פרו ורבו; prú u’rvú): «Sean fructíferos y multiplíquense» (Génesis 1:28).
El Talmud registra muchos de estos argumentos e interpretaciones antiguas. Los rabinos creyeron que «ser fructíferos y multiplicarse» no solo era una bendición, sino un mandato real. Por lo tanto, tuvieron que considerar la cuestión de cuántos niños se requerían para satisfacer el decreto divino. No estuvieron de acuerdo con esto y tampoco con respecto a si solo eran necesarios los hijos o también las hijas. Algunos afirmaron que solo los hombres tenían que guardar el mandamiento, y no las mujeres. Y también hubo otra pregunta muy importante: ¿qué pasa con las personas que físicamente no pueden tener hijos o que permanecen solteras?
La pregunta no era simple. Algunos rabinos incluso declararon: «Quien no tiene hijos es considerado como una persona muerta». ¿Su evidencia? Génesis 30:1 donde Raquel dice:«Dame hijos, o si no, me muero» (Talmud, Nedarim 64b). ¿Las estériles y las solteras estuvieron realmente consignadas a la «desolación»? Otros rabinos proporcionaron una solución: «Quien enseñe Torá al hijo de otra persona, la escritura le atribuye crédito como si lo hubiera engendrado» (Talmud, Sanedrín 19b). Otra opción fue criar huérfanos (o adoptar a aquellos que carecen de padres que podrían cuidarlos).
Los textos en el Talmud fueron escritos aproximadamente 200-500 d.C. En general, las ideas que expresan se desarrollaron a partir de las creencias de los fariseos en el siglo I. Uno de los pocos judíos identificables de ese tiempo que nos dejó sus propios escritos es, Saulo/Pablo de Tarso, quien repetidamente se consideró fariseo y emisario de Yeshua/Jesús. Entonces, ¿qué tuvo él que decir sobre esta cuestión de superar la falta de hijos? Saulo/Pablo conocía el versículo en Isaías; incluso lo citó en una de sus cartas (Gálatas 4:27). No solo eso, él mismo aparentemente permaneció soltero y no tuvo hijos biológicos (mira 1 Corintios 7:8).
Sin embargo, curiosamente, Saulo/Pablo habló muy frecuente acerca de sus «hijos» y «niños» (Ver 1 Corintios 4:14, 4:15, 4:17; 2 Corintios 6:13; Gálatas 4:19; 1 Tesalonisenses 2:7, 2:11; 1 Timoteo 1:2, 1:18; 2 Timoteo 1:2, 2:1; Tito 1:4; Filemón 1:10.). ¿Quiénes fueron estos «niños»? ¡Por supuesto, aquellas personas a las que les había enseñado las Escrituras judías (Torá)! A veces incluso enfatizó y defendió su afirmación de ser su verdadero «padre» frente a otros maestros: «Porque aunque ustedes tengan miles de maestros… yo los engendré…» (1 Corintios 4:15). Este es el mismo tipo de lenguaje que encontramos más tarde en el Talmud.
Hoy, casi 2,000 años después, puede ser común escuchar a las personas hablar de «niños espirituales» y cosas por el estilo. Pero, ¿cuántos saben que las raíces de esta expresión se remontan a discusiones antiguas sobre Génesis e Isaías? Entender el contexto original y el significado de las escrituras antiguas a menudo da una perspectiva muy diferente, incluso sobre las preguntas que enfrentamos hoy.
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