¿Cuál es el propósito de año nuevo de Dios?
Al comienzo de cada nuevo año, escuchamos mucho sobre los llamados «propósitos» de año nuevo, en los que las personas deciden abandonar los malos hábitos, adoptar nuevas prácticas o reformar su enfoque de la vida. Desafortunadamente, estas promesas personales no tienden a durar mucho tiempo, y el fracaso en este frente puede llevar al desánimo. Este año, en lugar de hacer un pacto de corta duración, es más útil centrarse en las promesas bíblicas de la reaparición de Dios y su presencia continua con cada año que pasa.
En Génesis, el Señor se encuentra con Abraham y le dice: «Estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el próximo año (בשנה האחרת; ba'shaná ha'ajéret)» (Génesis 17:21). Más tarde, Dios pregunta: «¿Hay algo demasiado difícil para el Señor? En el tiempo señalado volveré a ustedes» (Génesis 18:14; consultar 18:10). La palabra hebrea para «tiempo» en estos versículos es (מועד; moéd), que tiene una variedad de significados que incluyen «tiempo establecido», «temporada» o «fiesta», y es el mismo término que Génesis usó para describir la designación de Dios del sol y la luna: «Que sean por señales y para las estaciones (ולמועדים; u'lemoadím), y para días y años» (Génesis 1:14). El eco de la creación en las palabras de Dios a Abraham y Sara subraya que la promesa y la presencia divina son tan confiables como el ciclo de días, meses y años.
Desde una perspectiva judía, parte de la razón para conocer las «estaciones» o « tiempos» que Dios estableció en la creación era seguir el calendario festivo, que marcaba la certeza de la providencia de Dios sobre Israel a lo largo de cada año. Levítico, por ejemplo, introduce las «fiestas» (la misma palabra que significa «tiempos» o «estaciones»; מועדים [moadím]) vinculándolas a períodos anuales específicos: «Estas son las fiestas del Señor (מועדי יהוה)— santas convocaciones—que proclamarás en sus tiempos (במועדם)» (Levítico 23:4). Para los antiguos israelitas (tanto como para los judíos practicantes de hoy), estos recordatorios de calendario de la presencia y las promesas de Dios se renuevan en los mismos tiempos señalados cada año. Las Escrituras de Israel dan fe del restablecimiento continuo de las bendiciones divinas, no solo el «año que viene», sino el siguiente y el siguiente. Por lo tanto, en lugar de centrarse en los propósitos humanos este nuevo año, los lectores de la Biblia pueden confiar en la promesa segura de Dios sobre su fidelidad continua al pacto este año y en todos los años venideros.
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