¿Dios es «Él» o «Ella»? El género en la Biblia
Por Dr. Yeshaya Gruber
Incluso cuando leemos las primeras palabras de Génesis, nos encontramos con preguntas sobre cómo debemos entender el «género» en la Biblia. Por ejemplo, Génesis 1:1 dice: «En el principio Dios…» ¿Deberíamos llamar a este «Dios» (אלהים; Elohím) «¿él?» «¿ella?» «¿eso?» «¿ellos?». Luego leemos que «el רוח; (rúaj; “espíritu-aliento-viento”) de Dios estaba flotando...» (Génesis 1:2). En hebreo, el término rúaj es femenino; entonces, ¿el espíritu o el aliento de Dios es, por lo tanto, «ella»? Hacia el final de la creación, «Dios creó el adám (האדם)... varón y hembra» (Génesis 1:27). Si «el adám» es varón y hembra, ¿entonces por qué la mayoría de traducciones usan la palabra «hombre» para adám?
Estos ejemplos básicos del primer capítulo de Génesis ilustran algunos de los muchos problemas que surgen cuando hablamos del género en la Biblia. El idioma hebreo tiene un género gramatical completo, lo que significa que cada sustantivo, —«tabla», «rana», «Faraón», «sabiduría», etcétera— tiene un valor de género incorporado. Muy a menudo, tales atributos de género desempeñan un papel importante en las conexiones que el autor está tratando de establecer. Además, en ciertos idiomas, como el griego y el latín, los sustantivos pueden no solo ser masculinos o femeninos, sino también neutros.
Como resultado, simplemente no podemos hablar sobre género de la misma manera en diferentes idiomas, porque los idiomas no «coinciden» entre sí. La palabra rúaj («espíritu-aliento-viento») es femenina en hebreo, neutra cuando se traduce al griego (πνεῦμα; pneuma), masculina en latín (spiritus), y completamente sin género en inglés. En otras palabras, el género cambia (o se pierde) en la traducción, —junto con cualquier conexión que dependa de ello—. Sin embargo, los traductores tienen que decidir qué pronombres usar («él», «ella», «eso», «ellos») y las personas a menudo extraen conclusiones teológicas o ideológicas basadas en estas elecciones.
¿Cuál es el mejor enfoque? No hay una solución infalible. Es importante reconocer que todo lo que digamos será diferente del hebreo bíblico original. Pero a veces es posible reproducir partes del sentido original, y personalmente creo que deberíamos intentar hacerlo siempre que podamos. Entonces, por ejemplo, podemos traducir (אדם; adám) como «humano» en lugar de «hombre», reconociendo que otras palabras significan más específicamente «varón humano» (איש; ish)y «hembra humana» (אשה; ishá).
No todos están de acuerdo con esta opinión. El Dr. Vern Poythress escribió un artículo serio sobre el «Género en la traducción de la Biblia» y concluyó: «La palabra “hombre” que se usa para designar a la raza humana, no es un equivalente exacto de adám en Génesis 1:26 y Génesis 5:2. Pero no puedo encontrar algo mejor». Ya que no hay una solución perfecta, las personas naturalmente tendrán diferentes preferencias y opiniones. Sin embargo, todos los lectores de la Biblia deben al menos ser conscientes de las opciones involucradas. Esto ayudará a reducir opiniones erróneas, falsas creencias y generalizaciones apresuradas, —para el bien de todos, tanto de varones como hembras—.
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