El idioma original del Nuevo Testamento
El texto original del documento que hemos llegado a conocer como el Nuevo Testamento fue escrito por seguidores de Cristo de origen judío (en el sentido antiguo de la palabra) en un lenguaje que puede describirse no simplemente como koiné o griego (común), sino como «koiné judeo-griego».
Pero antes que nada, ¿qué es el koiné griego? El koiné griego (que es diferente del griego clásico) fue la forma multi-regional común del griego hablado y escrito durante la antigüedad helenística y romana. Sin embargo, no creo que el lenguaje que vemos en el Nuevo Testamento se pueda describir SOLO como koiné griego. Hay elementos del koiné griego utilizados en el Nuevo Testamento que enfatizan su importante conexión con la cultura hebrea y judía del siglo I. Prefiero llamarlo «judeo-griego» (o koiné judeo-griego).
¿Qué es judeo-griego? El judeo griego es simplemente una forma especializada del griego utilizado por los judíos para comunicarse. Esta forma de griego retuvo muchas palabras, frases, estructuras gramaticales y patrones de pensamiento característicos del idioma hebreo. Tenemos ejemplos similares en otros idiomas: el conocido judeo-alemán (yiddish), judeo-español (ladino), y los menos conocidos judeo-farsi, judeo-árabe, judeo-italiano y judeo-georgiano.
Entonces, ¿el judeo-griego realmente es griego? Sí, lo es, pero es un tipo de griego que heredó los patrones de pensamiento y expresión semíticos. De esta manera, es diferente de los tipos de griego utilizados por otros grupos de personas.
No estoy de acuerdo con que el Nuevo Testamento se escribió primero en hebreo y luego se tradujo al griego.
En cambio, creo que fue escrito en griego por personas que pensaban de «forma judía». Más importante aún, los autores del Nuevo Testamento pensaron en varios idiomas. Las personas que hablan varios idiomas logran pensar también en varios idiomas. Sin embargo, cuando hablan, siempre importan en un idioma algo que viene de otro. Nunca se trata de «si» lo hacen, sino de «cuánto» lo hacen.
Debemos recordar que la versión griega de la Biblia hebrea (comúnmente llamada la Septuaginta)fue traducida al griego por los principales eruditos judíos de la época. La leyenda dice que 70 sabios judíos individuales hicieron traducciones por separado de la Biblia hebrea, y cuando se hicieron, todo coincidió perfectamente. Como dije: se trata de «una leyenda». Es probable que el número 70 sea simbólico a las 70 naciones del mundo en el judaísmo antiguo. Esta traducción no solo estuvo destinada a los judíos de habla griega, sino también a los no judíos, para que ellos también pudieran tener acceso a la Biblia hebrea. Puedes imaginar cuántas palabras, frases y patrones de pensamientos hebreos están presentes en cada página de la Septuaginta, aunque estén escritas en griego. Entonces, además de los autores del Nuevo Testamento que pensaron de forma judía y hebrea, también tenemos la mayoría de sus citas del Antiguo Testamento, que vienen de otro documento en lengua griega de autor judío: la Septuaginta. ¿Es sorprendente que el Nuevo Testamento esté lleno de formas hebreas expresadas en griego?
Como nota al margen, el uso de la Septuaginta por los escritores del Nuevo Testamento es en realidad un concepto muy emocionante. El texto judío de la Biblia hebrea que se usa hoy en día es el Texto Masorético (TM para abreviar). Cuando finalmente se examinaron los Rollos del Mar Muerto, resultó que no hubo una, sino tres familias diferentes de tradiciones bíblicas en el tiempo de Jesús. Uno de ellos coincidió estrechamente con el Texto Masorético, otro coincidió estrechamente con la Septuaginta y el último pareció tener conexiones con la Torá samaritana. Entre otras cosas, esto por supuesto muestra que la Septuaginta citada por el Nuevo Testamento tiene un gran valor dado que se basó en un texto hebreo que fue al menos tan antiguo como el texto hebreo básico de lo que algún día sería el Texto Masorético.
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