¿El shemá fue importante para Pablo?
En Deuteronomio 6:4, el texto más importante tanto para el judaísmo antiguo como para el moderno, leemos: «Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es».
Para el Apóstol, la frase: «El Señor es nuestro Dios» se refiere a la realidad del pacto presente para Israel como el pueblo antiguo de Dios; mientras que la frase: «El Señor uno es» se refiere al tiempo futuro, cuando la plenitud de las naciones se unirá a Israel en la adoración de su Dios. Lo que sorprende es que Pablo no estuvo solo en su manera de pensar. Hay buenas razones para ver los puntos de vista de Pablo como representantes de los puntos de vista de muchos otros judíos que fueron contemporáneos con él, y de aquellos que vendrían más tarde. Consideremos varias fuentes judías que colocan al Apóstol Pablo firmemente dentro de la matriz de pensamiento judío con respecto a este tema (para un tratamiento profundo, consultar: Pablo y la Tradición Judía: la Ideología del Shemá por Mark Nanos).
Un comentario sobre el libro de Deuteronomio escrito en el siglo III declara:
«El Señor, nuestro Dios», sobre nosotros (los hijos de Israel); «El Señor es uno», sobre todas las criaturas del mundo. «El Señor, nuestro Dios» en este mundo; «El Señor es uno», en el mundo venidero. Como se dice, «El Señor será rey sobre toda la tierra. En aquel día, el Señor será uno y su nombre será uno» (Sifre, sobre Deuteronomio 6:4).
Un comentario sobre Deuteronomio escrito en el siglo XI declara:
«El Señor que es nuestro Dios ahora, pero no (aún) el Dios de las (otras) naciones está destinado a ser el único Señor, como se dice... “Y el Señor será rey sobre toda la tierra; ese día el Señor será Uno y su nombre Uno”» (Rashi sobre Deuteonomio 6:4).
La gran diferencia entre los judíos que fueron los autores de los escritos mencionados y el Apóstol Pablo, se reduce a esto: Pablo estuvo convencido de que ya había llegado el momento de la reunión de las naciones descritas en los profetas, mientras que otros judíos no lo estuvieron.
La centralidad del shemá en las cartas de Pablo se puede apreciar en muchos casos. Aquí hay algunos ejemplos representativos.
Pablo, al argumentar que si bien hay otros dioses amados y adorados por otras personas, afirmó que para él y su comunidad existe un solo Dios.
«Por tanto, en cuanto a comer de lo sacrificado a los ídolos, sabemos que no existe tal cosa como un ídolo en el mundo, y que no hay sino un solo Dios. Porque aunque haya algunos llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, como por cierto hay muchos dioses y muchos señores, pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para Él; y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio de Él existimos nosotros» (1 Corintios 8:4-6).
En una carta escrita desde la prisión, Pablo llama a los seguidores de Cristo a la unidad del pacto basada en la unidad de Dios:
«Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados… Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también ustedes fueron llamados en una misma esperanza de su vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos» (Efesios 4:1-5).
¿El shemá fue importante para Pablo? No. ¡Fue fundamental para su teología!
You can learn more profound insights (CLICK HERE for more)