Esaú y los cuatrocientos hombres
Por Dr. Nicholas J. Schaser
Después de que Jacob roba la bendición y el derecho de primogenitura de su hermano, Esaú está comprensiblemente molesto: «Esaú alzó su voz y lloró» (Génesis 27:38). La tristeza pronto se convierte en ira y Esaú decide matar a Jacob (Génesis 27:41). Durante varios capítulos en Génesis, el lector está en suspenso por descubrir si Esaú encontrará a Jacob y cumplirá su promesa. Este suspenso llega a su clímax cuando los mensajeros llegan a Jacob diciendo: «Llegamos a tu hermano Esaú y él llega para encontrarse contigo, y hay cuatrocientos hombres con él» (Génesis 32:6; consultar Génesis 33:1). A medida que la tensión crece, Jacob ora por protección divina contra su hermano mientras anticipa el ataque de Esaú (Génesis 32:8-12). Entender el simbolismo de los números hebreos enfatiza aún más este momento, ya que en la Biblia «cuatrocientos» significa un conflicto militar.
Cuatrocientos (ארבע-מאות; ‘árba-meót) es un número que se asocia con el tipo de juicio colectivo y el esfuerzo físico que conduce a la batalla. Un poco de investigación matemática en los dígitos judíos nos ofrecerá un entendimiento de por qué cuatrocientos conlleva una connotación militar. El número cuarenta (ארבעים; ‘arbaím) significa juicio, el cual algunas veces puede tener resultados catastróficos. Por ejemplo, Dios juzga la tierra con cuarenta días de inundación en el tiempo de Noé (Génesis 7:4-17; 8:6). El número diez (עשׂר; ‘éser) evoca el poder creativo y divino por el cual Dios puede cumplir hazañas radicales, incluyendo la manipulación del mundo natural —recuerda los diez ejemplos de Dios al hablar en Génesis 1 o las diez plagas contra Egipto—. Cuando multiplicamos estos números climáticos es un poco asombroso que obtengamos un número que simboliza la lucha física: 40 x 10 = 400.
En las Escrituras es común que el número «cuatrocientos» acompañe tal lucha. David sirve como comandante militar sobre «cuatrocientos hombres» (1 Samuel 22:2) y su campaña militar subsecuente contra los amalequitas termina con «cuatrocientos hombres jóvenes» que huyen del campo de batalla (1 Samuel 30:17). Además, la descripción de Jueces sobre una guerra entre tribus dice: «Los hombres de Israel, sin contar a Benjamín, fueron cuatrocientos mil (ארבע-מאות אלף; ‘árba-meót ‘élef) hombres armados de espada; todos fueron hombres de guerra» (1 Samuel 20:17; consultar 1 Samuel 20:2). De igual forma, cuando Abías, Rey de Judá, lucha contra Jeroboán de Israel, el monarca de Judá tiene «un ejército de hombres de guerra de cuatrocientos mil hombres escogidos» (2 Crónicas 13:3). Entonces, de acuerdo con los autores bíblicos, «cuatrocientos» y sus múltiplos significan un conflicto violento.
Por lo tanto, cuando Esaú se acerca a Jacob con «cuatrocientos hombres», el lector acostumbrado a los números judíos espera una batalla entre los hermanos. La referencia numérica hace que todo sea aún más sorprendente cuando Esaú no ataca a su hermano menor, sino que se reconcilia con él: «Esaú corrió para encontrarse con [Jacob] y lo abrazó y cayó sobre su cuello y lo besó, y lloraron»(Génesis 33:4). Al referirse a los cuatrocientos hombres de Esaú, Génesis construye una tensión casi al punto de quiebre, solo para cambiar drásticamente las expectativas del lector con la expresión sincera de paz de Esaú. Conocer el significado de los números bíblicos puede aumentar nuestras lecturas de las Escrituras y ayudarnos a recibir las riquezas de las narraciones bíblicas por todo lo que valen.
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