Herodes y Menajém el esenio – Josefo
Por Pinchas Shir
Este es un extracto de las «Antigüedades Judías» de Josefo, terminado en Roma alrededor del año 93/94 d.C. Aquí, Josefo, un aristócrata judío, describe una leyenda que explica por qué Herodes tuvo tanto favor hacia los esenios. Aparentemente fue a causa de la profecía de su reino porque Menajém el esenio tuvo conocimiento previo de Dios mismo.
«(373) Ahora hubo uno de estos esenios, cuyo nombre fue Menajém, quien tuvo este testimonio, de que no solo dirigió su vida de una manera excelente, sino que también tuvo el conocimiento previo de los eventos futuros que Dios le había dado. Este hombre una vez vio a Herodes cuando era un niño e iba a la escuela, y lo saludó como rey de los judíos; (374) pero él, pensando que o no lo conocía, o que estaba bromeando, le recordó que no era más que un soldado; pero Menajém sonrió para sí mismo, le dio una palmada en la espalda con la mano y dijo: “Sea como fuese, serás rey y comenzarás felizmente tu reinado, porque Dios te encuentra digno de él; ¿recuerdas las palmadas que Menajém te ha dado como una señal del cambio de tu fortuna? (375) y verdaderamente este será el mejor razonamiento para ti, que ames la justicia [hacia los hombres], la piedad hacia Dios y la clemencia hacia tus ciudadanos; pero, sin embargo, ¿sabré yo como será toda tu conducta?
(376) Porque serás más feliz que todos los hombres, y obtendrás una reputación eterna, pero olvidarás la piedad y la justicia; y estos crímenes no serán ocultos a Dios al final de tu vida, cuando descubras que Él los tendrá en cuenta y te castigará por ellos. (377) Ahora, en ese momento Herodes no atendió en absoluto a lo que Menajém dijo, ya que no tuvo esperanzas de tal avance; pero un poco después, cuando tuvo la suerte de avanzar a la dignidad del rey, y estuvo en la cima de su dominio, envió por Menajém y le preguntó cuánto tiempo debería reinar. (378) Menajém no le contó la duración completa de su reinado; por eso, ante ese silencio, le preguntó aún más, si debía reinar diez años o no. Él respondió: “Sí, veinte, no, treinta años”. pero no determinó el límite justo de su reinado. Herodes estuvo satisfecho con estas respuestas, le dio la mano a Manajém y lo despidió; y desde entonces continuó honrando a todos los esenios» (Josefo, Antigüedades 15. 373-378, Traducción Whiston).
You can learn more profound insights (CLICK HERE for more)