Jugando con las palabras en el viñedo de Isaías
Por Dr. Nicholas J. Schaser
En la famosa Canción del Viñedo de Isaías (Isaías 5:1-7), en el que se basa la Parábola del Viñedo de Jesús (Mateo 21:33-41; Marcos 12:1-9), Dios compara a Israel con un paraíso hortícola. Desafortunadamente, debido a los pecados de las personas, este magnífico viñedo será destruido en la tragedia del exilio. Para resaltar las alturas desde las que ha caído el pueblo de Dios, el profeta termina su canción con un juego de palabras que contrasta el comportamiento inicuo de la nación con los deseos justos del Señor. La Canción del Viñedo de Isaías concluye usando palabras hebreas que son notablemente similares, pero tienen significados muy divergentes que subrayan el arte teológico en la poesía del profeta.
Isaías 5:7 declara: «Porque el viñedo del Señor de los ejércitos es la casa de Israel y los hombres de Judá son su plantación agradable. Buscó justicia, pero he aquí, derramamiento de sangre; rectitud, pero he aquí, clamor». Las palabras hebreas en este versículo pronuncian los problemas entre los israelitas. En particular, la palabra hebrea para «justicia» es (משׁפט; mishpát) y la palabra para «opresión» es (משׂפח; mispáj). Más aún, la ortografía semítica de «rectitud» es (צדקה; tzedaká) y de «clamor» es (צעקה; tze’aká). En cada caso, la variación lingüística entre estas palabras es cuestión de una sola letra, ¡pero qué diferencia hace una letra! El juego de palabras de Isaías le muestra al lector que, a veces, no se necesita mucho para desviarse de la voluntad de Dios.
A pesar de las faltas de Israel, sin embargo, Isaías aclara que Dios no abandona al pueblo elegido. En el próximo capítulo (Isaías 6:13), el Señor le promete a Isaías que una «simiente santa» (זרע קדשׁ; zéra 'kódesh) permanecerá después de los restos del exilio, del cual saldrá una «rama» (נצר; netzér) que ayuda a reconstruir el viñedo de Israel (Isaías 11:1). El Evangelio de Mateo sigue la proclividad de Isaías al juego de palabras cuando compara a Jesús de Nazaret con esta «rama» mesiánica. Mateo 2:23 declara que Jesús «se fue a vivir a la ciudad de Nazaret (Ναζαρέτ; Natsarét), para que se cumpliera lo dicho por los profetas: que se llamaría Nazareno (Ναζωραῖος; Natsoraios)». La similitud fonética entre la palabra en hebrero para «rama» (נצר; netzér) y la ciudad de «Nazaret» (Natsarét) muestra que Yeshua cumple el último plan de salvación de Dios para el viñedo de Israel proclamado en Isaías.
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