¿La Biblia es confiable?
Por Dr. Yeshaya Gruber
Literalmente millones e incluso miles de millones de personas han hecho la pregunta provocativa que da título a este artículo. Incontables libros y artículos abordan el tema desde todas las perspectivas posibles, discutiendo por todo, desde una creencia fundamentalista en completa inerrancia, hasta un absoluto escepticismo e incredulidad total. En el mundo académico, el tema sobre la veracidad de la Biblia se desarrolla como una competencia entre los enfoques conocidos como «maximalismo» y «minimalismo».
En pocas palabras, los minimalistas creen que los relatos históricos en la Biblia deben tratarse con extremo escepticismo, a menos que sean verificados por otra evidencia arqueológica o documental. Por el contrario, los maximalistas argumentan que la Biblia tiene un historial muy bueno —incluso después de haber sido rigurosamente comprobada por estudios modernos— y por lo tanto, sus historias deben verse como creíbles, a menos que sean contradichas por otras pruebas.
Un buen ejemplo de enfoque maximalista por parte de algunos académicos destacados proviene de Cyrus Gordon y Gary Rendsburg, quienes escriben en The Bible and the Ancient Near East (La Biblia y el Antiguo Cercano Oriente), «Si bien siempre debemos considerar la posibilidad de que el texto puede estar errado, también debemos hacerlo sabiendo que la tendencia del descubrimiento arqueológico es confirmar incluso los puntos [de las historias bíblicas] que la opinión había rechazado [anteriormente] como falsos». De hecho, una gran cantidad de nombres, eventos y otros elementos mencionados en la Biblia hebrea han sido corroborados por los descubrimientos de la arqueología moderna.
Apenas la semana pasada, los medios de comunicación informaron que un equipo que trabajaba en el proyecto de excavación del Tall el-Hammam cerca del Mar Muerto había llegado a la conclusión de que una gran explosión de meteoritos fue responsable de destruir la antigua civilización de la Edad del Bronce en esa área. La descripción científica del evento teorizado tiene una notable similitud con el relato bíblico en Génesis 19:24-25: «Entonces YHVH [el Dios creador] llovió azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra... y destruyó aquellas ciudades y toda la planicie y todos los habitantes». Es probable que los maximalistas vean esta «similitud» como una razón más para dar credibilidad a los relatos bíblicos, incluso cuando parecen incluir detalles increíbles; pero algunos minimalistas argumentan que Sodoma y Gomorra ni siquiera estuvieron localizadas en esa área. Dificultades y argumentos similares surgen todo el tiempo a medida que se hacen nuevos descubrimientos, lo que demuestra lo mucho que nuestras ideas y suposiciones preconcebidas influyen en nuestras interpretaciones de los textos y las evidencias.
Recientemente tuve el gran privilegio de entrevistar al Dr. Gary Rendsburg (uno de los autores mencionados anteriormente) incluyendo preguntas sobre el minimalismo contra el maximalismo, otra evidencia de la confiabilidad de los relatos bíblicos y sobre cómo la Biblia ha sido escrita desde un punto de vista literario. Recomiendo que todos aquellos interesados en aprender más sobre el estudio académico de la Biblia —y cómo pensar acerca de la confiabilidad bíblica de hoy en día a la luz de los estudios modernos—, deben mirar la entrevista aquí. Cualquiera sea la respuesta que decida, ¡que sea informada!
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