Los pecados que contaminan los rayos del sol
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Por Pinchas Shir
«Los pecados que contaminan los rayos del sol», un extracto de la literatura judía antigua, Apocalipsis de Baruch o 3 Baruch (siglo I-II d.C.).
«Y le dije al ángel: “¿Qué ave es esta?” Y él me dijo: "Este es el guardián del mundo". Y yo dije: "Señor, ¿qué es esta ave y cómo se llama?" Y el ángel me dijo: "Su nombre es Fénix"... Y tomándome, me llevó al Oeste. Y cuando llegó la hora de la puesta (del sol), vi nuevamente al ave que venía delante y al sol que venía con los ángeles. Cuando vino, vi a los ángeles, y le quitaron la corona de la cabeza. Y el ave fue derrotada y dejó caer sus alas.
Y cuando vi estas cosas, dije: “¿Por qué le quitan la corona de su cabeza y por qué el ave está tan derrotada?" Y el ángel me dijo: "Cuando termina el día, los ángeles toman la corona del sol y la llevan al cielo y la renuevan porque esta y sus rayos fueron contaminados en la tierra. Y cada día es renovada”. Y Baruch dijo: "Señor, ¿por qué están contaminados sus rayos sobre la tierra?" Y el ángel me dijo: “En vista de la iniquidad y la injusticia de los hombres que cometen fornicación, adulterio, robo, culto a los ídolos, ebriedad, asesinato, discordia, celos, calumnias, murmuraciones, chismes, adivinación y otras cosas que son inaceptables para Dios. Por medio de estos se contamina, y por eso es renovada. Y ahora, en cuanto a cómo se vence el ave: se vence porque comprueba los rayos del sol y el fuego y arde todo el día. Porque si sus alas no se dibujaran alrededor de los rayos del sol como se dijo anteriormente, ningún ser vivo sobreviviría» (3 Baruch 6-8).
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