Pablo contra Pedro en Antioquía
Por Pinchas Shir
En Gálatas Pablo cuenta la historia de cómo llegó a Antioquía y se enteró de que Pedro había dejado de participar en la comunión con los no judíos. Pablo menciona a algunos visitantes anónimos de Jerusalén como «aquellos de la circuncisión» a quienes Pedro temía (Gálatas 2:12). Otros creyentes judíos siguieron el ejemplo de Pedro separándose de los gentiles durante las comidas. Entonces, Pablo llamó a Cefas (Pedro) un hipócrita y dijo: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo es que obligas a los gentiles a vivir como judíos?» (Gálatas 2:14). Estas palabras pueden crear la impresión de que Pablo y Pedro no estuvieron del mismo lado, o que los dos habían separado sus caminos por completo cuando se trató de sus teologías. Sin embargo, la confrontación de Pablo con Pedro refleja una práctica judía estándar de reprensión, que no habría marcado una división doctrinal irreconciliable, sino más bien un continuo debate interno.
Primero, los judíos pueden hablar entre ellos con dureza, exagerar, discutir, agitar las manos en el aire e incluso insultar a alguien, pero aún así permanecer en buenos términos entre ellos después de tales argumentos (Mateo 5:22, Mateo 16:4, 23, Lucas 3:7, Lucas 11:40). Por ejemplo, a pesar de todos los argumentos que Jesús tuvo con los fariseos, todavía estaban dispuestos a salvar a Jesús de los herodianos: «Aquella misma hora algunos fariseos, llegaron a [Jesús] y le dijeron: “Vete de aquí, porque Herodes te quiere matar”» (Lucas 13:31). El debate interno no impidió la alianza continua entre los judíos.
Segundo, cuando Pablo enfrenta a Pedro, está realizando una mitzvá —una buena acción ordenada en la Torá, llamada tojejá o «reprensión»—. Sin embargo, la Torá distingue entre «reprensión» y «odio»—reprender a un compañero judío no era un acto de odio—, sino de lo que podríamos llamar «amor duro»: «No odiarás (תשׂנא; tisná) a tu compatriota en tu corazón; [pero] ciertamente podrás reprender (תוכח תוכיח; tojéaj tojíaj) a tu prójimo» (Levítico 19:17). Levítico afirma que uno puede discutir o reprender a alguien sin odiarlo o interrumpir la amistad. Por lo tanto, Pablo podría reprender a Pedro y seguir manteniéndose en buenos términos con él.
Tercero, la retórica de Pablo es sarcástica y la explica en la siguiente oración: «Nosotros somos judíos de nacimiento y no pecadores de entre los gentiles» (Gálatas 2:15). La hipocresía de Pedro no es judía.Cuando los «pecadores de entre los gentiles» se comportan así, es comprensible. Pero Pablo y Pedro «son judíos por naturaleza» (es decir, «judíos de nacimiento») que deberían saber que no deben ser falsos. Desde la perspectiva de Pablo, Cefas comprometió la verdad cuando fue para su provecho y eso es lo que él llamó «vivir como gentil».
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