¿Qué es el conocimiento del «bien y del mal»?
Por Dr. Nicholas J. Schaser
Entre la vida arbórea en el Edén estaba «el árbol del conocimiento del bien y del mal» (Génesis 2:9). Cuando leemos la frase «del bien y del mal» podríamos pensar en términos de moralidad, en otras palabras, «correcto e incorrecto». Sin embargo, el término traducido como «bien» (טוב; tóv) en Génesis 1-3 nunca trata sobre bondad moral o justicia ética, sino sobre funcionalidad, calidad y organización. Por lo tanto, en lugar de describir una moralidad del «bien y del mal», el sentido en Hebreo está más cercano al «árbol del conocimiento del orden y el desorden».
En la creación, las Escrituras dicen: «Dios vio que la luz era buena (טוב; tóv) y Dios separó la luz de la oscuridad» (Génesis 1:4). La «luz» (אור; ór) no puede ser moralmente buena o mala; es «buena»como contraparte de la oscuridad —se basa en su función organizacional (consultar Génesis 1:10, 12, 18, 21, 25, 31)—. Dios también hace brotar árboles que son «buenos (טוב; tóv) para la comida» (Génesis 2:9, consultar Génesis 3:6), y la tierra de Javilá tiene «buen» oro (Génesis 2:12), tanto la comida como el oro son «buenos» en la medida en que Dios los construyó con la mayor calidad o función. Finalmente, Dios creó a la mujer como una contraparte igual porque no es «bueno (טוב; tóv) para el humano estar solo» (Génesis 2:18). En lugar de hacer un juicio de valor moral, Dios ve a la mujer como un «equilibrio relacional» y la crea para alcanzar la equidad y equilibrio del ser humano.
Con base en la información lingüística en Génesis 1-3, no sería preciso pensar en «bueno» (טוב; tóv) de la misma forma como «correcto» o «justo» en español —porque para estos términos la palabra hebrea (צדק; tzédek) sería más apropiada—. En el Edén «bueno» significa «ordenado». En lugar de entender «el árbol del conocimiento del bien y del mal» en conexión a la moralidad, el lector israelita lo habría visto como un sitio simbólico de las capacidades creativas de Dios donde los humanos tienen acceso a la habilidad de crear orden del caos. Cuando Adán y Eva transgredieron el mandamiento de Dios y comieron del árbol, lo que trataron de ganar fue el entendimiento organizacional de Dios sin tener que recurrir a la relación con el Señor. El evento del Edén nos advierte sobre las personas que encuentran su función y creatividad en ellos mismos. Génesis nos anima a encontrar nuestro propósito, no a través del árbol, sino a través de la Deidad.
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