¿Qué tan tonto fue Nabal?
Por Dr. Nicholas J. Schaser
Mientras David se esconde de Saúl en el desierto, él le pide provisiones a un hombre rico llamado Nabal (ver 1 Samuel 25:1-8). Cuando Nabal se niega, el futuro rey se enfurece. Sin embargo, antes de que David use la fuerza contra Nabal, su esposa Abigail intercede. Ella le ofrece comida a David y le dice que ignore a su esposo porque su nombre indica su locura: en hebreo, Nabal (נבל; navál) significa «tonto». Sin embargo, el alcance de la estupidez de Nabal se extiende más allá de su nombre. El idioma hebreo de esta narración revela cuán tonto fue Nabal, ya que la descripción de su personaje recuerda las maldiciones en Deuteronomio.
Cuando Abigail desafía a su esposo alimentando a David, ella le dice: «Que mi señor no considere a este hombre inútil, Nabal, porque al igual que su nombre, así es él: (נבל; navál) es su nombre, y la locura (נבלה; nevalá) está con él» (1 Samuel 25:25). Cuando Abigail resalta el significado del nombre de su esposo, obtenemos una clara indicación de su estupidez. Sin embargo, incluso antes del juego de palabras burlón de Abigail, la narración nos alerta sobre los defectos de Nabal. Al presentar a la pareja, el texto dice: «La mujer era sabia y hermosa, pero el hombre era terco (קשׁה; kashé) y malvado [en] acciones (רע מעללים; ra ma’alalím)» (1 Samuel 25:3). Estos términos habrían disparado las alarmas para los lectores israelitas originales, ya que ser «terco» y «malvado en acciones» lleva a las maldiciones deuteronomistas.
Según Deuteronomio, si Israel no cumple con las estipulaciones mosaicas «El Señor te enviará maldiciones, confusión y frustración en todo lo que emprendas... por el mal de tus acciones (רע מעללך; ra ma'alalejá) que me has dejado» (Deuteronomio 28:20). Cuando 1 de Samuel dice que Nabal es «malvado en acciones», esto alude al comportamiento mismo que causa las maldiciones del pacto. Más aún, al llamar a Nabal «terco» (קשׁה; kashé), las Escrituras recuerdan la descripción de Moisés de la generación en el desierto. Después de enumerar las maldiciones, Moisés declara: «Porque sé cuán rebelde y terco eres (קשׁה; kashé)» (Deuteronomio 31:27). De hecho, el lenguaje exacto de Moisés para la «terquedad» de Israel aquí es «rígido de cuello (ערפך הקשׁה; orfeká hakashé)», que recuerda la descripción de Dios de un «pueblo de cuello rígido» (עם קשׁה ערף; am keshé oréf) anteriormente en Deuteronomio (Deuteronomio 9:6, 13). Por lo tanto, la descripción de Nabal como un malvado terco (o «rígido») hace eco de las características que Dios desalienta. Las Escrituras sugieren que, en lugar de ser como Nabal, uno debería emular la generosidad, la hospitalidad y la promoción de la paz de Abigail.
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