¿Quién es Señor del sabbat?
Por Pinchas Shir
Era sabbat (día de reposo), Yeshua y sus discípulos pasaban por algunos campos de granos. «…Sus discípulos tuvieron hambre, y empezaron a arrancar granos y a comer. Cuando los fariseos los vieron, dijeron: “Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sabbat”» (Mateo 12:1-2). Yeshua le dio a estos fariseos una larga respuesta, resumiendo que «el hijo del hombre es Señor del sabbat» (consultar Mateo 12:8, Marcos 2:28, Lucas 6:5).
En el entendimiento tradicional, la respuesta de Yeshua contiene un reclamo a su divinidad. Según este entendimiento, como Señor del sabbat, Jesús está encima del sabbat y, por asociación con este caso, también lo están sus discípulos. Pero esta interpretación omite el mismo corazón de la hermosa enseñanza de Yeshua sobre la humanidad. Jesús dice que la creación humana de Dios, los hijos de Adán, son más importantes que el sabbat. La confusión surge debido al término «Hijo del Hombre» (υἱὸς τοῦ ἀνθρώπου; huios tou anthropou). Yeshua frecuentemente usa la frase para describirse en un sentido mesiánico y apocalíptico (refiriéndose a Daniel 7:13-14), pero el título tiene más de un significado. En el hebreo bíblico común, «Hijo del Hombre» (בֶּן אָדָם; ben adám) simplemente significa «ser humano» (aparece más de 90 veces en Ezequiel).
¿Jesús es el Señor del sabbat? Sí, pero hay más. El Evangelio de Marcos nos da una pista de por qué se les permitió a los discípulos arrancar granos y comerlos en sabbat cuando Yeshua dice: «…El sabbat se hizo para el hombre, y no el hombre para el sabbat. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aún del sabbat» (Marcos 2:27-28). El sabbat fue un recordatorio de la gracia de Dios para Israel al liberar a los israelitas de Egipto. Moisés dice: «Acuérdate que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y brazo extendido; por tanto, el Señor tu Dios te ha ordenado que guardes el sabbat» (Deuteronomio 5:15). Jesús sabía que el sabbat era un día para conmemorar la libertad y la gracia divina. La gracia de Dios hacia la humanidad (en este caso, los discípulos de Jesús) se expresaba más profundamente en sabbat y, como Señor del sabbat, Jesús lo sabía bien.
La decisión de Yeshua en permitir a sus discípulos comer granos en sabbat, coincide con la gracia que Dios extendió a Israel al liberar a la nación de la esclavitud. Jesús no se aparta del mandato de la Torá respecto al sabbat, sino que resalta el regalo de la gracia del que proviene la Ley.
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