¿Quién quiere un carbón ardiente para comer?
Por Dr. Yeshaya Gruber
En la Biblia hebrea, la profecía está estrechamente relacionada con la poesía. La mayoría de las palabras de los profetas fueron recitadas y grabadas en forma de poemas y canciones. De esta manera, el «profeta», o más literalmente, el «portavoz» –(נביא; naví para un hombre o נביאה; neviá para una mujer)– podría transmitir el mensaje del Eterno con belleza lingüística y fuerza emocional. Comunicarse por medio de poesía también facilitaba que la gente memorizara y recordara las líneas.
El libro de Isaías (ישעיהו; Yeshayáhu) contiene algunas de las profecías poéticas más sorprendentes jamás escritas. Aquí hay un versículo famoso:
«Y uno de los serafines voló hacia mí,
en su mano un carbón resplandeciente en unas tenazas que había tomado del altar.
Y tocó mi boca y dijo:
“¿Ves? Este carbón te ha tocado los labios,
y tu culpa ha sido quitada, tu ofensa será expiada”.
Y oí la voz del Señor que preguntaba:
“A quién enviaré,
¿y quién irá por nosotros?
Y dije: 'Aquí estoy, envíame a mí'”» (Isaías 6:6-8).
La poesía no puede reproducirse muy bien en otro idioma, pero puede inspirar a otros poetas-profetas. El poeta ruso más famoso, Alexander Pushkin, fue uno de los que dio voz a la interpretación de este antiguo versículo bíblico. Aquí está mi propia traducción del poema de Pushkin Prorok («El Profeta»):
«Sediento con una sed espiritual,
me arrastré a través del oscuro desierto.
Y en la encrucijada apareció ante mí
un serafín de seis alas.
Con dedos ligeros como un sueño
él tocó mis pupilas.
Las pupilas proféticas se abrieron de par en par
como las de un águila asustada.
Él tocó mis oídos,
y los llenó de clamor y retumbar:
y escuché el estremecimiento del cielo,
y el vuelo celestial de los ángeles,
y el avance submarino de los monstruos marinos,
y la vegetación de las viñas terrenales.
Y presionó mis labios,
y arrancó mi lengua de pecado
y de charla ociosa y de engaño.
Y con una mano derecha sangrienta,
colocó en mis congelados labios
el ardor de una serpiente sabia.
Y con una espada abrió mi pecho,
y extrajo el corazón tembloroso,
e insertó un carbón, ardiendo con fuego,
en mi pecho abierto.
Yací en el desierto como un cadáver.
Y la voz de Dios me llamó:
“¡Levántate, profeta; y ve, y escucha!
Cumple Mi voluntad –
y al atravesar mar y tierra,
haz arder los corazones de las personas con la Palabra”».
Para entender la Biblia como estaba escrita, debemos tratar de comprender su fuerza poética. ¿Por qué la profecía hebrea fue escrita como poesía? Quizás no había otra manera de expresar emociones tan crudas y verdades tan profundas.
You can learn more profound insights (CLICK HERE for more)