¿Quiénes fueron los nicolaítas?
La rigurosa advertencia a la iglesia de Éfeso en el capítulo 2 de Apocalipsis incluye este estímulo que es notoriamente difícil de entender.
«Sin embargo tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco» (Apocalipsis 2:6).
Para comprender mejor esto, también debemos consultar la carta a la congregación en Pérgamo, ya que este es el único otro lugar donde se menciona a los nicolaítas:
«...porque tienes ahí a los que mantienen la doctrina de Balaam [un poderoso hechicero pagano],quien siguió enseñando a Balac [Rey de Moab] a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer actos de inmoralidad. Así tú también tienes algunos que de la misma manera mantienen la doctrina de los nicolaítas» (Apocalipsis 2:13-15).
Está claro que, quienes quiera que hayan sido los nicolaítas, fueron culpables de este tipo de pecados.
El hebraísta cristiano, John Lightfoot, argumentó que los nicolaítas fueron una forma de arameo. En este caso «arameo» no es una palabra griega, sino una palabra «prestada» que se origina en arameo pero se escribe en griego.
La palabra aramea (ניכולא; nichola) significa: «¡Comamos!». Así, la palabra griega (Νικολαΐτης;nicolaítas) se formó a partir del arameo ניכולא combinado con la terminación plural griega ίτης. El significado básico de los nicolaítas, por lo tanto, sería «comedores».
El libro de Apocalipsis nunca debe leerse de manera aislada al libro de Hechos y a las Cartas Paulinas. En Hechos 15 leemos el texto de una carta escrita por los apóstoles y ancianos en Jerusalén. Esta carta de aliento e instrucción fue enviada a los gentiles seguidores de Cristo que habían sido liberados de la esclavitud del paganismo (Hechos 15:22-29). La conclusión de la carta dice lo siguiente:
«...Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles mayor carga que estas cosas esenciales: que se abstengan de lo que ha sido sacrificado a los ídolos, y de sangre y de lo que ha sido estrangulado y de la inmoralidad sexual».
Una vez que nos damos cuenta de esta conexión etimológica entre «nicolaítas» y «comedores», no es difícil ver que este grupo aberrante de gentiles seguidores de Cristo estuvo en desacuerdo con la decisión del Concilio de Jerusalén y la voluntad de Dios en Cristo. Parecen haber dejado de lado la enseñanza de los apóstoles dada en Hechos 15 y volver a sus antiguas prácticas paganas.
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