¿Se reconstruirá el Templo?
La expectativa de reconstruir el Templo en Jerusalén sigue cautivando los corazones y mentes de millones de cristianos alrededor del mundo. ¿Cuándo se reconstruirá? ¿Todavía habrá sacrificios de animales? ¿Qué sucederá después? ¿Cómo va a funcionar con el sacrificio que ya se ofreció en la cruz? Estas son solo algunas de las preguntas que se hacen los cristianos sinceros.
Cualquier cosa que pensemos sobre la posibilidad de tal proyecto de construcción, tenemos que recordar que el Nuevo Testamento, mientras confirma su gran respeto por el Templo de Dios en Jerusalén, también postula que el Cristo judío y aquellos en Él, son el mayor Templo de Dios (1 Pedro 2:5).
Un ejemplo de esta conexión entre Jesús y sus seguidores con el Templo se encuentra en el Evangelio de Juan (Juan 1:14), donde la encarnación de Jesús se describe en términos de Dios «habitando entre nosotros». Sin embargo, la conexión más clara con la escatología del Templo descrita por Ezequiel se encuentra en las palabras que Jesús mencionó durante la ceremonia sacerdotal del derramamiento de agua durante la Fiesta de los Tabernáculos.
Jesús declaró: «El que cree en mí, como ha dicho las Escrituras, de lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva» (Juan 7:38). Las Escrituras a las que Jesús sin duda se está refiriendo describen el río que torna verde el desierto y devuelve la vida a todas las cosas muertas. Ese río fluye directamente del interior del Templo que Ezequiel vio en su visión (Ezequiel 47:1-9).
Entonces, ¿se reconstruirá el Templo? Tal vez, pero siempre tenemos que recordar que el mayor Templo se localiza en la persona del Cristo judío y en las vidas de sus seguidores judíos y gentiles. Aún hay más tesoros escondidos esperando a ser desenterrados cuando empieces a leer las Escrituras desde una perspectiva judía.
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