«Amén» en el pensamiento hebreo

Por Pinchas Shir

octubre 07, 2019

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Todos saben que los Salmos son poesía. Pero aparte de la belleza de la poesía antigua, conocer el significado de las palabras individuales en hebreo, es de suma importancia para entender el significado original de estos hermosos poemas. Muchas personas no se dan cuenta de cuánto se esconde detrás de estas simples palabras.

דֶּרֶךְ־אֱמוּנָה בָחָרְתִּי מִשְׁפָּטֶיךָ שִׁוִּיתִי׃

«He escogido el camino de la fidelidad;
He establecido mi corazón en tus leyes» (Salmo 119:30).

El salmista habla de querer caminar un (דֶּרֶךְ־אֱמוּנָה; dérej emuná) —«el camino de la fidelidad»—. La palabra hebrea (דֶּרֶךְ; dérej) literalmente significa «carretera» «camino» «ruta». El escritor realmente quiere caminar en los caminos de Dios de una manera muy práctica. Coloca las ordenanzas de Dios frente a él mismo para ser consciente de ellas —para que estén delante de él en todo momento—. Un significado simple del hebreo (אֱמוּנָה; emuná) es «firmeza», «estabilidad/confiabilidad». Una palabra muy conocida (אָמֵן; amén), —«¡Amén!»— se origina de este sustantivo. Se confirma que lo que se escuchó es firme, estable, confiable.

La palabra (מִשְׁפָּט; mishpát) significa «juicio» «decreto» o «sentencia». El término original implica una idea de «sentencia judicial sobre un caso específico» o «una evaluación de una situación concreta». La traducción común de (מִשְׁפָּט; mishpát) como «ley» no expresa completamente esta idea. El escritor dice: «tus juicios los coloqué/establecí» pero no existe una palabra para «corazón» en el texto hebreo (esto es así porque el hebreo bíblico no lo requiere). Sin embargo, la forma del verbo (שִׁוִּיתִי; shivíti) comunica la intensidad de la acción, por lo que puede traducirse como «establecer ante» o «establecer en el corazón de alguien». La inserción de la palabra «corazón» es interpretativa pero completamente apropiada.

Los caminos de Dios son de hecho estables, firmes y verdaderos. Tiene sentido que quien desea justicia «elegiría» caminar por ese camino. Reparar nuestras mentes sobre cómo Dios gobernó en ciertas situaciones nos permite vivir de acuerdo con la intención y el espíritu de las leyes de Dios.