El libro de Apocalipsis es un documento completamente judío y antirromano. En Apocalipsis 2:12-13 leemos esta instrucción a los seguidores de Jesús en la ciudad de Pérgamo:
«Estas son las palabras de Él que tiene la espada aguda de dos filos: “Yo sé dónde moras, dónde está el trono de Satanás”».
Además del templo dedicado al emperador e incluso a la diosa Roma, la ciudad tuvo el honor de albergar y mantener un templo para Zeus, padre de los dioses y gobernante de Olimpo.Adicionalmente, en Medio Oriente el centro de curación más grande de Asclepio (hijo de Zeus) también se localizó en Pérgamo. Es probable que Yeshua (Jesús) se refiriera a estas enormes estructuras como al trono de Satanás, cuando se dirigió a sus seguidores.
La imagen de la espada de doble filo mencionada en Apocalipsis 2:12-13 fue muy simbólica. Los seguidores romanos de Cristo necesitaron saber que incluso en esta ciudad profundamente pagana, Zeus y Asclepio no tuvieron la máxima autoridad y poder, sino el Dios de Israel y su Cristo judío. Aún existen más tesoros escondidos esperando ser desenterrados cuando empieces a leer las Escrituras desde una perspectiva judía.
