El aroma del hebreo

Por Dr. Yeshaya Gruber

febrero 13, 2020

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El erudito bíblico francés Jean Carmignac una vez escribió: «¡Quien no ha leído los Evangelios en hebreo realmente no los ha leído!» ¿Qué pudo haber querido decir? La declaración sería fácilmente comprensible si se refiriera a los textos originales, pero hoy no se conocen los originales hebreos de los Evangelios. Entonces, ¿el hombre culto estaba diciendo que sería mejor leer una traducción hebrea que leer cualquier otra versión de los Evangelios, incluso los originales presumiblemente griegos?

Carmignac (1914-1986) expresó este pensamiento después de décadas de estudiar los Rollos del Mar Muerto —la famosa biblioteca antigua descubierta en Qumrán, cerca del Mar Muerto—. Los textos de esta colección (escritos principalmente en hebreo) arrojan una luz incalculable sobre el mundo judío de hace unos 2000 años. Ayudan enormemente a explicar el escenario histórico de los Evangelios y, muy a menudo, las ideas y perspectivas de quienes escribieron sobre Yeshua/Jesús de Nazaret. Esos escritos mesiánicos del siglo I, que tenemos en una forma judía de griego, están saturados de pensamiento hebreo, cultura e incluso gramática.

¡Desde esta perspectiva, el comentario de Carmignac tiene mucho sentido! Sugirió que la única forma de comprender verdaderamente los Evangelios era «saborear la fragancia semítica que exhalan» —o en su francés original— le parfum sémitique qui s’en exhale. Cualquier otra forma de lectura se queda corta, porque los textos (griegos) están muy arraigados en el mundo hebreo. Otro erudito y traductor francés del siglo XX, André Chouraqui (1917-2007), lo expresó así: Los Evangelios están escritos en «un nuevo idioma, una especie de hebreo-griego en el que el cielo hebreo se refleja en el espejo helénico». Una vez que se percibe bien el aroma del hebreo en textos judío griegos como los Evangelios, se abre un nuevo mundo de significado —o en palabras de Carmignac— une vie nouvelle, «una nueva vida». Identificar correctamente el perfume que uno respira puede ser la clave para obtener una visión verdadera.