¿El sabbat solo fue una sombra?
Por Dr. Nicholas J. Schaser
La carta a los Colosenses menciona «festival», «luna nueva» y «sabbat» y concluye, según la mayoría de las traducciones al español, que estas cosas «son solo una sombra de lo que está por venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo» (Colosenses 2:16-17). Otras versiones dicen que «la realidad es Cristo» (Colosense 2:17), lo que implica que la «sombra» es de alguna manera irreal o deficiente. Estas traducciones llevan a muchos lectores a pensar que Yeshúa reemplaza la Ley porque todo lo que vino antes que él fue una mera sombra. Sin embargo, el texto no relega los mandatos mosaicos a la basura, a la luz de la llegada de Jesús. En cambio, Colosenses alude a la observancia universal de las fiestas bíblicas cuando el Mesías inaugura el mundo venidero.
Mientras que muchas traducciones hablan de Jesús como la «sustancia» y de días como el sabbat, como «solo una sombra», estas traducciones en español son imprecisas. Primero, «solo» es una importación en español que no tiene un equivalente griego en la oración. Segundo, el lenguaje original es más concreto en su descripción de Jesús vis-à-vis la sombra. Una mejor interpretación de Colosenses 2:17 sería: «Estas son una sombra (σκιὰ; skià) de las [cosas] venideras, pero el cuerpo (σῶμα; sōma) es del Mesías». Jesús no es la «realidad» frente a la no realidad, ni es la «sustancia» en lugar de las fiestas bíblicas no sustanciales. Más bien, Yeshúa es el cuerpo que proyecta la sombra; no habría sombra sin el cuerpo y viceversa. El cuerpo no reemplaza a la sombra; por el contrario, la existencia continua de la sombra depende del cuerpo. Asimismo, Colosenses afirma que la llegada y presencia del Mesías sustenta la legitimidad de las fiestas bíblicas.
Además, estos términos evocan la imagen de un cuerpo que proyecta una sombra, es decir, la sombra que aparece frente a alguien y se mueve a través del suelo bañado por el sol delante del cuerpo de la persona. Es por eso que Pablo habla de los días santos bíblicos como una sombra de «[cosas] venideras (μελλόντων; mellónton)», en lugar de lo que queda atrás del cuerpo. Algunos lectores del Nuevo Testamento concluyen que la sombra denota la observancia de Israel antes de la llegada de Jesús, pero esto no es lo que dice el texto. Más bien, declara que la «sombra» de las fiestas, la luna nueva y el sabbat son cosas que aún están por venir. En lugar de afirmar que Yeshúa hace que los tiempos señalados por Dios no tengan sentido, la carta asegura a los creyentes gentiles en Colosas que observarán estas celebraciones en el futuro escatológico (consultar Isaías 66:22-23; Hebreos 4:9). En el presente (y siempre) uno debe centrarse en Jesús, el «cuerpo», pero la carta a los Colosenses también prevé la observancia universal de las fiestas bíblicas en el reino venidero de Dios.
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