¿Jesús es el hijo «unigénito» de Dios?
Por Dr. Nicholas J. Schaser
Como dice el versículo más famoso del Nuevo Testamento: «Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16). El término griego para «unigénito» es (μονογενής; monogenés), una palabra compuesta que la traducción anterior asume que está formada por μόνος (traducida como «único») y γίνομαι («llegar a ser»). Surgen dos problemas con la traducción de μονογενής como «unigénito». Primero, según el prólogo del Evangelio de Juan, Dios no «engendró» al hijo; más bien, el ser divino que se encarnaría en Jesús es coexistente con el Padre: «En el principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios» (Juan 1:1-2). Segundo, las Escrituras de Israel describen que Dios tiene más de un «hijo», por lo que Jesús, siendo el «único» hijo, va en contra del testimonio bíblico anterior. En lugar de traducir μονογενής como «unigénito», es teológicamente más exacto entender a Jesús como el «único en su clase» o «único» hijo de Dios.
La primera mitad de μονογενής (de monos) puede significar «solo», pero también puede significar «uno», como en el «monoteísmo», la creencia en la existencia de un Dios. Basado en la suposición de que μονογενής deriva del verbo γίνομαι («llegar a ser»), las traducciones tradicionales hablan de Jesús como el «unigénito» de Dios. Sin embargo, la última parte de monogenés proviene de la palabra griega (γένος; génos), de ahí el término biológico latino genus, que significa «género» o «especie». Por lo tanto, una interpretación más literal de μονογενής es «único en su clase».
La noción de que Jesús es el hijo «único en su clase», en lugar del «unigénito», cobra mucho más sentido de los datos bíblicos. Según las Escrituras de Israel, Dios tiene muchos «hijos». Por ejemplo, los «hijos de Dios» celestiales (בני האלהים; benéi ha'elohím) notan a las «hijas de la humanidad» (בנות האדם; benót há'adám) y producen los nefilím en los días de Noé (Génesis 6:2-4). Moisés declara que Dios dividió las fronteras nacionales con base al «número de los hijos de Dios» disponibles para gobernar las naciones no israelitas (Deuteronomio 32:8). Estos mismos «hijos de Dios» aparecen ante el Señor en el consejo divino según el prólogo de Job (Job 1:6; Job 2:1) y existen en los cielos antes de la creación terrenal (Job 38:7). El salmista pregunta: «Porque ¿quién en las nubes se puede comparar al Señor? ¿Quién como el Señor entre los hijos de Dios (בני אלים; benéi elím), un Dios muy temible en el consejo de los santos y temible sobre todos los que están a su alrededor?» (Salmo 89:6-7). El Salmo aclara que si bien nadie es como Dios en términos de grandeza y exaltación —razón por la cual el Señor es llamado el «Dios Altísimo» (אל אליון; él elyón) a lo largo de las Escrituras—, existen otros «hijos de Dios» en el reino de los cielos.
El Nuevo Testamento alude al hecho de que μονογενής significa «único en su clase», en lugar de «unigénito». La carta a los Hebreos dice: «Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac y el que había recibido las promesas estaba ofreciendo su monogenés» (Hebreos 11:17). Aunque la mayoría de las traducciones dicen que el patriarca casi sacrificó a su «único» hijo, su «único y exclusivo» o su «hijo unigénito» (comparar RVR, NTV, NVI, LBLA, NBV), todo lector de la Biblia sabe que Isaac no fue el único hijo de Abraham. Sin embargo, Isaac fue el hijo «único en su clase» de su padre en la medida en que la descendencia de Sara fue el conducto del «pacto continuo» de Dios con el pueblo de Israel (Génesis 17:19; comparar Romanos 9:7-9). Como el Verbo hecho carne, Jesús es el hijo único de Dios —uno que está con Dios y es Dios—. Todos los demás hijos celestiales de Dios están subordinados al Altísimo, mientras que el monogenés del Señor es coexistente y colindante con Dios. A medida que se acercan las celebraciones del nacimiento de Jesús, el adviento anticipa la llegada del hijo del Padre, único en su clase, apartado en gloria por encima de todos los demás hijos de Dios.
You can learn more profound insights (CLICK HERE for more)