Las plagas de Egipto: destruyendo la creación (Parte IV)
Por Dr. Nicholas J. Schaser
Las plagas, de cinco a ocho, tienen un impacto negativo en los animales, en los humanos y en la vida vegetal. Cada uno de estos aspectos de la creación ocupa un lugar destacado en el primer capítulo de Génesis. Una vez más, las plagas destruyen el trabajo que Dios hizo al organizar el mundo. Al elegir desatar estas plagas particulares sobre Egipto, Dios señala un punto muy específico: la libertad de Israel de la esclavitud es tan importante para Dios, que el Señor está dispuesto a destruir temporalmente todo el trabajo realizado en la creación del cosmos.
De acuerdo con Génesis, en el tercer día, «la tierra produjo vegetación, plantas (עשׂב; 'ésev) que producen semillas y árboles frutales que producen fruto en el que está su semilla, cada una según su especie» (Génesis 1:12). En la séptima plaga, «granizo», las plantas que la tierra produjo en la creación son destruidas: «El granizo destruyó todo lo que había en el campo abierto en toda la tierra de Egipto, desde los humanos hasta las bestias. Y el granizo destruyó cada planta (עשׂב; 'ésev) del campo» (Éxodo 9:25). Del mismo modo, las «langostas» de la octava plaga «se comieron todas las plantas (עשׂב; 'ésev) de la tierra y todo el fruto de los árboles (פרי העץ; perí ha'étz) que había dejado el granizo» (Éxodo 10:15). Este versículo hace eco de la creación de la vegetación de Dios, tanto de las «plantas» (עשׂב; ‘ésev) como de los «árboles frutales» (פרי עץ; perí étz) que producen fruto (Génesis 1:11).
Tal como la séptima y octava plaga atacan a las plantas que Dios hizo en el tercer día, la quinta plaga sobre el «ganado», corresponde a la creación de los animales por Dios en el sexto día. Como resultado de la quinta plaga «todo el ganado (מקנה; mikné) de los egipcios murió» (Éxodo 9:6). De manera similar, en el sexto día de la creación, «Dios hizo a las bestias de la tierra según su especie y al ganado (בהמה; behemá) según su especie» (Génesis 1:25). Aunque las palabras hebreas para «ganado» son diferentes en estos versículos, מקנה y בהמה son términos equivalentes para describir a los animales. Así, la quinta plaga destruye la creación de la vida animal.
Volviendo brevemente a la plaga de granizo, observa que el texto explica que el granizo destruyó «tanto a hombres como a bestias (מאדם עד-בהמה; me’adám ad-behemá)» (Éxodo 9:25). La misma frase aparece en la descripción de la sexta plaga, «forúnculos»: «Moisés arrojó [cenizas] al aire y se convirtió en forúnculos estallando como llagas de humanos a bestias (מאדם עד-בהמה; me'adám ad-behemá)» (Éxodo 9:10). La razón por la que esta frase aparece en esta agrupación de plagas es porque repite el hecho de que, tanto los humanos como los animales, son creados el mismo día (ver Génesis 1:24-26). Además, las únicas partes de la creación que Dios bendice, son a los humanos y a los animales (consultar Génesis 1:22, 28). En la medida en que toda la creación sensible, desde los humanos hasta las bestias, es bendecida, la frase utilizada en el contexto de Éxodo muestra que Dios usa las plagas de forúnculos y granizo para «no bendecir» a los humanos y a las bestias de Egipto.
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