¿Una historia difundida entre los judíos?
Por Dr. Nicholas J. Schaser
Cerca del final del Evangelio de Mateo, algunos guardias romanos cuentan a los principales sacerdotes su encuentro con un ángel en la tumba vacía de Jesús. Los sacerdotes y los ancianos responden: «Di que sus discípulos vinieron de noche y se lo robaron mientras dormíamos» (Mateo 26:13). Según muchas de las traducciones, Mateo agrega que «esta historia ha sido difundida entre los judíos hasta el día de hoy» (Mateo 28:15). Esta traducción hace que parezca que la propaganda de los sacerdotes fue escuchada y aceptada por todos los judíos, por lo que sigue existiendo una ignorancia generalizada acerca de la resurrección de Jesús entre la nación judía en los días de Mateo. Esta interpretación también sugiere que los «judíos» no creen en la resurrección de Jesús, pero «los gentiles» sí. Sin embargo, esto no es lo que dice el Evangelio. En cambio, Mateo afirma que una historia falsa se había extendido a algunas de las personas que vivían en Judea, pero no a todos los judíos en todas partes.
Desafortunadamente la mayoría de las traducciones afirman que la falsa acusación sobre Jesús «se ha difundido entre los judíos» (Mateo 28:15; consultar LBLA, DHH, NBLA, NTV, NVI, RVA). Sin embargo, la oración griega no contiene artículo definido. Por lo tanto, lo máximo que Mateo podría decir sería «entre los judíos», es decir, entre algunos judíos, pero ciertamente no entre todos los judíos. Además, la palabra griega traducida como «judíos» (Ἰουδαίοις; Ioudaíois) también puede traducirse como «judíos de Judea», los habitantes de Judea en el Sur de Israel. Esta opción de traducción transformaría de decir que la mentira se había extendido «entre los judíos» a una historia que se ha extendido «entre los judíos de Judea».
El contexto narrativo de Mateo apoya la traducción de «judíos de Judea», en lugar de «judíos». Inmediatamente después de mencionar la historia que se ha difundido entre los Ἰουδαίοις, el Evangelio dice: «Pero los once discípulos fueron a Galilea (εἰς τὴν Γαλιλαίαν; eis ten Galilaían), al monte que Jesús les había señalado» (Mateo 28:16). Esta referencia a Galilea (en el Norte de Israel) muestra que Mateo quiere hacer una distinción direccional entre los discípulos en el Norte —los que saben que Jesús realmente resucitó de entre los muertos— y los del Sur de Judea. Por lo tanto, Ἰουδαίοις en Mateo 28:15 se debe traducir como «judíos de Judea» en lugar de «judíos».
Esta división geográfica en Israel en Mateo 28:15 también aparece antes en el Evangelio. La nota de Mateo de que la historia de los sacerdotes se había «difundido» (διαφημίζω; diaphemízo) entre los judíos recuerda el momento en que dos hombres judíos a quienes Jesús había sanado «difundieron» (διαφημίζω) su fama por toda la región Norte de Israel (Mateo 9:31). Mientras que el éxito de Jesús se extiende en el Norte de Galilea, la negación de su resurrección se extiende en el Sur de Judea. Este paralelo entre estos versículos ofrece más evidencia de que Mateo 28:15 no habla de «los judíos», sino de algunos «judíos de Judea».
Para los lectores modernos, la interpretación imprecisa de Mateo 28:15 puede hacer que suene como si todos los «judíos» hubieran sido engañados por una falsedad perpetua. Pero este no es el mensaje de Mateo. El evangelista está a favor de Galilea, el lugar de la crianza y el ministerio de Jesús, y está preocupado por la continua influencia de los sacerdotes en Judea. La afirmación de Mateo sobre algunos judíos del siglo I indica un problema continuo en el Sur, pero no es una acusación contra todo el pueblo judío. Será el trabajo de los discípulos clarificar la verdad cuando enseñen a «todas las naciones» (Mateo 28:19)—incluyendo a Israel (Mateo 19:28)— sobre las Buenas Nuevas posteriores a la resurrección.
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